El primero de abril es el inicio del año escolar y por disposición legal ha sido instituido como: «Día Nacional de la Educación».
En este día se
aprecia en todas las ciudades y pueblos de nuestra patria, el nerviosismo y el
llanto de los pequeños que de la mano de sus madres o de familiares mayores se
dirigen por primera vez a un centro educativo. Niños y jóvenes de primaria y secundaria
regresan ansiosos a sus colegios para reencontrarse con sus compañeros y
profesores.
Debe
considerarse también este día para reflexionar sobre la importancia de la
educación en su conjunto, siendo ésta un proceso de aprendizaje que permitirá
al individuo nutrirse de la mayor cantidad de conocimientos para en su momento,
hacer frente a los desafíos del desarrollo que nos presenta la vida cotidiana y
ocupar así, un lugar importante en el seno de la compleja sociedad.
Se considera
que la educación tiene base fundamental en el hogar y en la escuela, lugares
donde el niño se inicia a temprana edad con una preparación a través de consejos,
instrucciones y sobre todo, de los ejemplos de los padres y gente adulta que
serán determinantes con el paso de los años.
En la escuela no
solamente aprenderá el niño con la exposición de métodos que serán empleados
para su desarrollo, sino también en la búsqueda de ideales.
La educación
no sólo es aprender a leer, escribir o sacar cuentas, sino fundamentalmente, es
conocer la realidad diaria en el complejo mundo que les ha tocado vivir, y
aprender a reflexionar sobre los hechos comunes; descubrir los principios o las
leyes que los rigen y para ello, los maestros tienen la misión de contribuir al
desarrollo integral y armónico de los educandos, quienes a su vez ofrecerán la
promesa formal de responder a las expectativas puestas en ellos aprovechando al
máximo las enseñanzas que les ofrezcan sus maestros.
«Educación es proporcionar un saber virtuoso,
porque el hombre necesita de la verdad para obrar adecuadamente. Pero la verdad
como una virtud no la transmite el maestro, sino que está en el interior del
hombre.... Llegar a la verdad precisa de ayuda metodológica para tomar
conciencia de ella». (Sócrates).
En el lema de
la educación, el Estado tiene por su parte la responsabilidad de garantizar la
libertad de la enseñanza y de cubrir los gastos de la educación pública, esto
es, solventar los sueldos de los maestros y la construcción de locales
apropiados que serán la sede y el hogar de los estudiantes, donde estos se
convertirán en personas de provecho para la comunidad y la patria.
EDUCACIÓN EN EL ANTIGUO PERU
El proceso de
la educación en el Perú no comienza con los incas ni con la conquista o el
virreynato. De acuerdo con Enrique Gonzales Cairé y Virgilio Galdo Gutiérrez,
la historia del Perú se inicia 22000 años antes de Cristo, con la llegada de los
primeros hombres a nuestro territorio.
Es así «que la
educación existe desde los orígenes de la humanidad, en todos los pueblos de la
tierra y en todas las etapas de la vida del hombre» (Zuretti Juan).
La educación
en el antiguo Perú se inicia cuando los primeros grupos de recolectores
comienzan a elaborar en nuestro territorio, sus primeros y toscos artefactos de
piedra para hacer frente a sus necesidades.
Puede
considerarse entonces que la educación en esa época logra un procedimiento muy
simple: la imitación o la repetición de las costumbres de los mayores, que se
trasmiten de generación en generación. En el llamado período arcaico se producen
importantes cambios. Alrededor del año 6000 a.C. la población creció de manera
significativa, debido en particular a los efectos positivos del clima cálido
que se vieron reflejados en abundante fauna y flora. Pero cuando las
temperaturas extremas decrecieron, lo cual ocurrió aproximadamente 4000 años
a.C., el equilibrio ecológico se quebró y sus recolectores y cazadores buscaron
una solución a las dificultades planteadas y la hallaron en la agricultura,
ocupación sedentaria que les permitió atender las necesidades de las
poblaciones nativas.
Careciendo
todavía de ciencia y técnica, el hombre de esos tiempos se convenció que,
mediante la realización de actos rituales como danzas, cantos, ayunos y otras
acciones, se podía lograr que los dioses actuaran a su favor, alterando los
fenómenos naturales. Igualmente probaron tener una apariencia cercana a los
animales pintándose los cuerpos, colocándose máscaras o cubriéndose de plumas,
lo que, a su rudimentario entender, les permitiría adquirir poder y dominio
sobre la naturaleza.
Como
consecuencia de lo narrado, se deduce que la educación en esta etapa cumplió un
rol animista de características mágico y religiosa.
En todas las
culturas pre-incas, la educación se desarrolló en un claro sentido moral,
aunque este concepto se halle debilitado en algunos grupos. Persistieron en
general los sentimientos del honor, del respeto a los padres, a los mayores y a
la palabra. La forma de ver la vida y de mantener ejemplares conductas, tenían
la noble finalidad de consolidar sus culturas y de hacer de los súbditos hombres
de bien.
Todos aquellos
logros se obtuvieron gracias a una educación planificada y rígida que se
impartió desde temprana edad. Los incas dominaban para implantar sus lenguas y
para culturizar a los derrotados de acuerdo a su mentalidad; igualmente para
terminar con aspectos de barbarie y para engrandecer sus dominios.
Las ciencias que se impartieron en el yachayhuasi y Algunas en el acllahuasi fueron:
- Filosofía. Con temas de un dios creador y ordenador. Según sus maestros, el futuro se tenía que cumplir, fuese bueno o malo.
- Astronomía. Conocieron las constelaciones y les dieron nombres propios a los astros, los eclipses y cometas. Crearon su calendario solar y conocieron detalles referidos al año, al mes, a la quincena, semana y día.
- Geografía. No sólo aprendieron a dividir la tierra en 4 suyos, sino que conocieron sus altitudes: quechua, suni, puna y janea. Llamaron a los ríos, mayo; a los lagos, cocha y a las islas, chumbi.
- Medicina. El médico era llamado Hampi Camayoc, cuya profesión lo obligaba a conocer todos los órganos por su nombre. El médico prestaba atención a niños, viejos y parturientas.
- Derecho. Con la ley que daba el inca y que se pregonaba en la plaza cusqueña, Rimacpampa, se administraba la justicia. Los delincuentes no juzgados estaban en las cárceles llamadas pinas; la cárcel común se denominaba zaucay, la perpetua terna por nombre, Sanca Huasi, y el nombre genérico de cárcel era Huatay Huasi.
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